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Oria nos sorprende por el paisaje caótico que
aparece ante nuestros ojos, por sus numerosos bloques de ve
vegetación y rocas de gran tamaño que parecen amenazar las
edificaciones.
No puede dejar de visitar la
Basílica de la Virgen de las Mercedes, obra barroca de grandes
dimensiones, declarada Monumento Histórico Artístico; edificada
según los planos de Ventura Rodríguez. Este templo barroco, que
impresiona por su grandiosidad y su emplazamiento (entre las ruinas
del castillo y diversas huertas) se recorta sobre las montañas en
una vista que es especialmente bella desde las inmediaciones del
pueblo, cuando se la ve elevarse sobre árboles y bancales. La
Iglesia de la Sagrada Familia (del XVI, con torre mudéjar y sede de
un interesante archivo histórico) y el Caserío de los Cerricos
La Alcazaba de Oria sera rehabilitada como mirador turistico al
valle
Nucleos de Oria: Capairola, Doña Juana, El Arroyo Medina, El
Barranco de Quiles, El Chaparral, El Chirral, El Daimuz, El Frax, El
Marchal, El Margen, El Negro, El Peñón Alto, El Peñón Bajo, El
Villar, Fuente Jerónimo, La Cañada, La Ermita, La Fuente del Negro,
La Rambla de Oria, La Yegua Baja, Los Adrianes, Los Alamos, Los
Cerricos, Los Chacones, Los Chulos, Los Finos, Los Gazquéz, Los
González, Los Jacintos, Los Maguas, Los Malinos, Madrid, Ogarite,
Oria, San Miguel DECRETO POR EL QUE
SE DECLARA BIEN DE INTERÉS CULTURAL, CON LA CATEGORÍA DE MONUMENTO,
LA BASÍLICA DE NUESTRA SEÑORA DE LAS MERCEDES DE ORIA (ALMERÍA) (Junta
De Andalucia)
La basílica de Nuestra Señora de las Mercedes de Oria (Almería) ha
alcanzado hoy la categoría oficial de monumento, en virtud de la
declaración de bien de interés cultural (BIC) acordada en Consejo de
Gobierno a propuesta de la Consejería de Cultura. La decisión de
dotar al templo del máximo grado de protección establecido por la
ley afecta también al entorno inmediato del edificio, con el fin de
evitar posibles alteraciones que pudieran perjudicar los valores
propios del mismo.
Esta basílica fue construida en la segunda mitad del siglo XVIII por
iniciativa del décimo marqués de los Vélez, Antonio Álvarez de
Toledo, quien contribuyó además a la erección de varios templos en
Vélez-Rubio. Su protagonismo en esta edificación se justifica en la
percepción de parte de los impuestos que sus súbditos habían de
pagar a la Iglesia a cambio de la obligación de levantar o reparar
los templos de su señorío.
El edificio, de estilo barroco tardío, indica una cierta
recuperación económica de la provincia de Almería y el interés
mostrado por uno de sus obispos más célebres, Claudio Sanz y Torres,
durante cuyo mandato se impulsó la construcción de los templos
barrocos más importantes del patrimonio arquitectónico almeriense.
Las claves propias del barroco en Almería se sintetizan en la
basílica de las Mercedes de Oria, con planta rectangular de cajón
que permite una mayor posibilidad constructiva, ornamental y
simbólica. El coro se sitúa a los pies sobre arco carpanel, rasgo
medieval de larga pervivencia en la arquitectura de la provincia,
mientras que se observan cubiertas abovedadas con lunetos y cúpula
de media naranja sobre el crucero.
Al igual que el resto de las de su estilo, esta iglesia se presenta
desornamentada en su interior. Aparece levemente moldurada y con
toques decorativos a base de relieves que dejan entrever la
irrupción del rococó. La portada, por su parte, es el elemento más
sobresaliente del conjunto y en ella se recoge la influencia del
gran templo barroco almeriense: La iglesia de la Encarnación de
Vélez-Rubio, aunque con menores pretensiones.
Los materiales empleados, el lenguaje constructivo, el diseño de la
fachada, el juego de volúmenes creado por las diferentes alturas de
sus naves, la composición espacial y la grandiosidad de su portada,
entre otras peculiaridades, colocan la basílica, con el templo de
Vélez-Rubio y la iglesia de la Encarnación de Cuevas de Almanzora,
como una de las tres obras fundamentales del barroco dieciochesco
almeriense.
DECRETO 176/1999, de 31 de agosto, por el que se declara bien
de interés cultural, con la categoría de monumento, la basílica de
"Nuestra Señora de las Mercedes", de Oria (Almería).(BOE)
ANEXO
I. Descripción
La basílica de "Nuestra Señora de las Mercedes" es un ejemplo
bastante tardío del barroco, ya que se realiza en la segunda mitad
del siglo XVIII.
Esta iglesia se sitúa en el centro de un amplio espacio urbano que
la envuelve y que constituye una especie de atrio en el que la
portada de los pies actúa como punto de atracción de la fachada. En
esa portada contrasta la decoración de relieves menudos que rellena
las enjutas, con la sobriedad de las pilastras, los entablamentos y
frontones. Esta sobriedad de elementos decorativos se ve rota por el
juego plástico conseguido por los diferentes materiales utilizados
en la construcción. El ladrillo de dimensiones más corta y más ancha
que el comúnmente empleado, confiere a los paramentos una textura
especial, subrayada por la alternancia de cajones de mampostería
revocada y encalada. Todo ello enlaza con la tradicción mudéjar,
que, por su economía, sencillez y belleza, pervivió largamente en la
provincia de Almería.
La construcción del templo fue promovida por
don Antonio Álvarez de Toledo, X Marqués de los Vélez y de
Villafranca, quien fue a su vez promotor de las obras de la iglesia
de la Encarnación, de Vélez Rubio, por lo que el templo guarda
similitud con este templo, ya que el Arquitecto de la iglesia de la
Encarnación intervino en la de Oria. Esta influencia es
especialmente patente en la solución de portada y en la torre.
El plano de la fachada donde se coloca la
portada aparece delimitado entre el majestuoso volumen de la torre y
su cuerpo gemelo que quedó sin desarrollar, y en la que destacan el
bello juego de volúmenes, dominados por la esbelta torre. El uso de
los ladrillos rojos y los cajones de mampostería enlucidos y
encalados proporcionan un intenso contraste cromático rojo y blanco.
La torre, por su parte, goza de personalidad propia dentro del
conjunto, pues no sólo domina con su altura al resto de los
volúmenes, sino que se construye enteramente en ladrillo, enlazando
con la tradición mudéjar.
En el interior se desarrolla un esquema
cruciforme con capillas entre los contrafuertes y abiertas a la nave
por medio de arcos apeados en gruesos pilares que aparecen
recorridos por pilastras con ricos capiteles que simulan soportar un
entablamento de gran cornisa. Presenta coro alto a los pies y
capilla mayor de planta rectangular. La cubierta se realiza por
medio de bóveda de medio cañón con arcos fajones y lunetos, mientras
que el crucero recibe una cúpula con pechinas. La decoración
interior se lleva a cabo mediante golpes decorativos a base de
relieves de estuco que recuerdan el esquema compositivo del rococó.
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